PASTORAL PENITENCIARIA
I. INTRODUCCIÓN
Dios crea al ser humano, hombre y mujer, a imagen y semejanza suya, para hacerlo partícipe de su amor y felicidad. El pecado ha roto en el ser humano esa imagen de Dios-Amor-Relación-Comunidad-Trinidad. En el mundo penitenciario, más que en otro lugar, se siente, se percibe, se sufre esa tortura. Se vive la marginación en todas las dimensiones. El pecado y sus consecuencias se hacen más patentes ahí que en otro lado.
La pastoral penitenciaria, como toda pastoral y desde su fundamento doctrinal y antropológico tiene como meta restablecer y restaurar en Cristo al ser humano en su dimensión personal, espiritual y comunitaria. Para reintegrarse a la convivencia social, el preso debe haber conquistado el derecho a la libertad; para reintegrarse a la comunidad eclesial, convertido, Jesús lo invita a la reconciliación plena.
Las cárceles son una realidad en casi todas las diócesis de nuestro México Católico; y también es una realidad el constante aumento de hermanos encarcelados, sobre todo jóvenes. Por lo tanto, la Iglesia no puede permanecer indiferente ante estos hechos. Los internos consideran nuestra presencia como algo insustituible para lograr una rehabilitación auténtica e integral. Es por ello, que con nuestra presencia se pretende entre otras metas que el interno logre una adecuada:
– Conversión: Volver a los caminos del Señor.
– Rehabilitación: Volver a ser hábil en la sociedad.
– Readaptación: Volver a adaptarse a aquello que la sociedad obliga.
II. LA PASTORAL PENTENCIARA es la acción de la Iglesia que pretende:
– Llevar a los hombres y mujeres privados de libertad, la paz y la serenidad de Cristo resucitado.
– Ofrecer a quien delinque un camino de rehabilitación y reinserción positiva en la sociedad.
– Hacer todo lo posible para prevenir la delincuencia.
III. OBJETIVOS GENERALES
– Ofrecer la salvación traída por Cristo, para que produzca abundantes frutos de bien, según el designio de Dios, que quiere salvar a todos sus hijos.
– Contribuir al establecimiento de procesos de redención y de crecimiento personal y comunitario fundados en la responsabilidad.
IV. OBJETIVOS ESPECIFICOS
– Evangelizar anunciando la buena nueva de Jesús y promoviendo la instauración del Reino de Dios en el mundo penitenciario.
– Humanizar el mundo penitenciario mediante la promoción y defensa de los derechos fundamentales de las personas.
– Servir de puente entre la cárcel y la sociedad, anunciando y denunciando la realidad del mundo penal y penitenciario.
– Informar a las comunidades cristianas sobre los problemas del mundo penitenciario para que tomen conciencia de las exigencias con que estos problemas y realidad implican a la comunidad creyente.
– Atender a las familias de las personas privadas de libertad que soliciten ayuda ofreciéndoles acogida y orientación.
– Acoger y atender a las víctimas de los delitos a través de servicios de mediación, reparación y reconciliación.
V. AREAS FORMATIVAS
– Se imparten charlas formativas que cubren las áreas: espiritual, humana y de catequesis fundamental.
– Se apoya con la atención espiritual de los internos y con la confesión.
– Se celebra la Eucaristía cada semana.
– Se celebran los tiempos fuertes de la liturgia: adviento, navidad, cuaresma, semana santa y fiestas especiales.
– Se entrega una programación semestral de las actividades.
– Atención a consultas o problemas religiosos
– Formación religiosa y asesoramiento en cuestiones religiosas y morales.
– Actividades relacionadas con el desarrollo religioso del interno.
VI. DÍAS Y HORARIOS DE APOSTOLADO EN LOS CERESOS (Centro de Readaptación Social)
CEDA (Centro Estatal para el Desarrollo del Adolescente): Lunes: 15:00 – 17:00 hrs.
CEDA (Centro Estatal para el Desarrollo del Adolescente): Sábado: 15:00 – 17:00 hrs.
CERESO FEMENIL: Miércoles: 15:00 – 17:00 hrs.
CERESO FEMENIL: Sábados 11:00 – 13:00 hrs.
CERESO AGUASCALIENTES: Sábado: 10:30 – 12:30 hrs.
CERESO EL LLANO: Sábado: 10:30 – 12:30 hrs.
VII. RECOMENDACIONES PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL DEL AGENTE DE PASTORAL PENITENCIARIA
– Vida de oración para ponerme de acuerdo con Dios sobre mi comportamiento y sobre mi trabajo.
– Hacer de la Eucaristía mi alimento para tener la vida que propongo y la fuerza necesaria en el trabajo pastoral.
– Meditar la Palabra de Dios para llenarme de su Sabiduría y de su Verdad.
– Creer que en los presos está el Señor Jesús, verlo a él en los encarcelados, considerarlos mis hermanos. Considerar que los presos y presas son otros Cristos.
– Creer que yo soy el que necesita practicar la misericordia y no tanto los presos los que necesitan de mi presencia.
– El amor a la Santísima Virgen debe ser grande; rezar mi Santo Rosario.
– Preguntar y comentar mis dudas con los Sacerdotes.
– En cuanto a mi formación, preocuparme por estudiar personalmente. No limitarte a los momentos de estudio en grupo. Es necesario invertir parte de mi tiempo durante la semana para leer y estudiar.
VIII. ORACION DEL AGENTE DE PASTORAL PENITENCIARIA
Señor Jesús, a nosotros que gozamos del Don de la Libertad…Haznos instrumentos de paz, unidad, misericordia, tolerancia y justicia entre nuestros hermanos privados de Libertad. Danos la fuerza del Espíritu Santo, para convertirnos en humildes mensajeros de tu Amor. Que nuestros labios pronuncien siempre palabras de aliento, solidaridad y esperanza. Que el Espíritu Santo transforme nuestro corazón, nuestra vida y la de aquellos a los que queremos acompañar. Que este compartir sea espacio de crecimiento, liberación y reconciliación para con ellos mismos, con Dios, la familia y la sociedad. Te lo pedimos por María Santísima, verdadero Templo del Espíritu Santo. Que su amor de Madre nos anime a ser fieles a esta Misión de ser Iglesia de ambos lados de las rejas. Amén.
RESPONSABLE DE LA PASTORAL DE PENITENCIARIA
PBRO. ÓSCAR ISMAEL DUEÑAS ESPINOZA